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¿En qué consiste el neuromarketing?

NeuroMarketing Grupo Hemisferios

Recientemente se vienen aplicando los conceptos relacionados a las reacciones neuronales del cerebro junto con el marketing. Para saber en qué consiste el neuromarketing, simplemente hay que aplicar los conocimientos de las reacciones cerebrales y los estudios de conductas humanas. La idea es saber qué tanto chance tiene un producto o qué debe hacerse para que las personas lo quieran consumir.

Analiza los estímulos

Para saber en qué consiste el neuromarketing hay que comenzar a analizar cómo reaccionan las personas a diferentes estímulos. Por ello, los conocimientos en neurociencias son muy importantes. Las personas actúan en función de sus actividades neuronales, y esto puede aplicarse a las campañas publicitarias.

Se calcula que, a diferencia de nuestros antecesores, nuestro cerebro procesa 10.000 veces mayor cantidad de información que antes. Estamos sometidos a estímulos visuales, auditivos, olfativos y tácticos desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir. Por ello, es importante conocer los diferentes tipos de reacciones que pueden tener las personas ante tanta información.

En medio del mar inagotable de información, es indispensable conocer los diferentes estímulos que provocan las reacciones en la mente del consumidor. También hay que saber diferenciar qué agrada a las personas y dividirlos por estratos, ya que a cada persona le gusta algo diferente. No se trata, como muchos creen, de influir directamente dentro de la cabeza de alguien o de hacer algún acto relativo a la brujería.

Además de analizar los medios por los cuales las personas reaccionan, el neuromarketing también ayuda a quitar la subjetividad de los creadores de las campañas publicitarias. De esta forma se estaría llevando un mensaje con mayor eficacia y direccionalidad sin entrar en los oscuros y subjetivos recovecos de la mente humana.

De esta manera, el neuromarketing pica y se extiende. No se trata de una varita mágica con la cual podemos predecir los comportamientos de las personas, y tampoco consiste en una ciencia que dice con exactitud lo que hay que hacer para que los consumidores adquieran bienes determinados. Este consiste en una ayuda que permite conocer los estímulos que afectan más o menos a los potenciales clientes.

A raíz de esto, se están realizando campañas que no solamente combinan el ámbito visual y auditivo, como en los primeros tiempos. Existen múltiples estrategias de venta que involucran experiencias de usuario relacionadas al olfato, por ejemplo. Se busca ligar de manera emocional al usuario, de tal manera que quiera adquirir el producto por múltiples razones, y no solo porque representa valores que le mueven.